tengo tantas voces en mi cabeza y ninguna me sirve ni me es muy agradable de escuchar
muchas palabras, demasiadas y pocos actos, de que sirve hablar tanto y tanto si no se hace nada. Últimamente voy prefiriendo la telequinesia y el arte de expresarse a través del silencio. Me siento al final de la fila y observo, solo observo, escucho a la gente pero en realidad no lo hago solo observo y pienso cuanto de eso en realidad sera verdadero o se desvanecerá junto con el tiempo
Cada día me convenso más de que estamos en un mundo de egos, y como ser humano eres casi un producto que se maneja en base a las reglas del marketing, vives creando un plan de difusión para ser aeptado por la sociedad y el día a dia es como un mall en donde la gente esta en vitrina de exhibición, donde todos quieren el producto más caro de moda, no por esto el mejor, pero todos pagan por él su precio invaluable
No se trata de dejar de ser alguien seguro, pero la gente se dedica a sobreevaluarse a modo de defensa
Voy soñando encontrarme con gente en mi camino que no pretenda causar buenas impresiones y que al final del camino no se esfume esa primera imagen diseñada por su dueño siguiendo un rígido protocolo social. Ninguno de nosotros puede escapar de su propia realidad.
Es un camino largo confuso y solitario, pero las historias están como en un rió con aguas oscuras de colores y tentadoras muy armónicas y aromáticas, pero luego de los días el agua se destiñe y se vuelve transparente, pura y cristalina desfilando por ella las verdades más verdaderas del ser humano.
